Más de una semana después de que los astrónomos aficionados presenciaran una explosión más poderosa que una bomba atómica en las nubes superiores de Júpiter, no han aparecido restos en el lugar de la explosión. "Yo tomé una foto de Júpiter el 15 de septiembre con el mismo telescopio que usé para observar el destello de la brillante bola de fuego en las nubes de Júpiter en la mañana del 10 de septiembre", informa Dan Petersen, de Racine, Wisconsin; el hombre que vio la explosión primero. "Esta foto muestra que cinco días después de la explosión aún no había una nube de marcados restos cerca de la zona cero".
La ausencia de restos sugiere que la fuente de la explosión, probablemente un asteroide, fue pequeña. Los estudios muestran que Júpiter es un blanco frecuente para rocas espaciales de unos 10 metros, y éste es casi seguro otro ejemplo de impacto en Júpiter. El planeta gigante absorbió la explosión y se tragó todos los restos del asteroide.
La ausencia de restos sugiere que la fuente de la explosión, probablemente un asteroide, fue pequeña. Los estudios muestran que Júpiter es un blanco frecuente para rocas espaciales de unos 10 metros, y éste es casi seguro otro ejemplo de impacto en Júpiter. El planeta gigante absorbió la explosión y se tragó todos los restos del asteroide.
Fuente: SpaceWeather.com
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